martes, 23 de diciembre de 2014

Enamorarse es igual a sufrir.

Ella estaba enamorada. Enamorada hasta las trancas. Y lo pasaba mal, sufría, lloraba y solo por la pérdida de aquel chico que un día la hizo sentir en las nubes. Pero ella no sabía que algún día se acabaría yendo y que la caída iba a ser monumental. Y apostó por él. Y se equivocó. Y al final todo acabó, y no precisamente como un final feliz.

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