sábado, 21 de noviembre de 2015

correr, huir y nunca volver a mirar atrás.

Que estoy cansada de ser la puta marioneta
que todo el mundo maneje.
De ser esa gilipollas que va detrás de todo el mundo,
y qué a nadie tenga a sus espaldas, o a su lado.


Y qué pocas ganas de gritar para calmarme
o de llorar hasta deshidratarme,
o de correr, huir, de toda esta oscuridad
que permanece a mi lado,
sigue aquí
no se piensa ir y yo me canso.
Me quedo sin fuerzas.


Qué cansada estoy de que todos me fallen,
de que se vayan de mi vida y yo piense
en positivo, que vendrá alguien mejor
pero vienen peores
personas que fastidian mi vida
y hacen con ella lo que les place.


¿Conocéis de alguien que cure corazones?
¿Conocéis de alguien que de abrazos gratuitos
a una persona que es lo único que necesita?


lunes, 14 de septiembre de 2015

pequeña,






Todos ellos tan así,
y yo tan asá,
no sé si me entendéis, bueno,
no tenéis ni idea de lo que hablo.


Me veo tan enana al lado de rascacielos,
perdida por en medio de una ciudad
que no me llama la atención
y rodeada de personas que no son de mi agrado,
y me siento rara,
y pequeña,
e incomprendida,
entonces me asusto, me entra el pánico,
y no sé que hacer.

viernes, 11 de septiembre de 2015

escudos resistentes que te quitan la vida, o el amor en este caso.

a ver, que he soñado millones de veces
en como sería querer a alguien y
tuve la oportunidad en mis narices,
y la desaproveché,
como hago con todo,
como pierdo mil oportunidades.

Y que no,
que no eras tú,
tampoco yo, bueno sí, pero no.
Era mi corazón que tiene un escudo muy grande,
al igual que el miedo
y me avisó de que ya me habían hecho suficiente daño
como para que ahora sufriese por amor.

Y que lo sabes, cariño,
que tenías una risa que daba vida a cualquiera,
y una sonrisa que era la octava maravilla
y que esos ojos no son de este mundo
y que si me pierdo, prefiero hacerlo en tu cuello,
con olor a perfume y todo
¿qué más podría pedir?

Pero ya sabes que cuando el corazón y la cabeza
no tienen el mismo sentimiento,
te pierdes,
y no sabes que hacer,
y te bloqueas,
como yo,
y como miles de personas.

Así que, perdóname anda,
vuelve para quedarte, o,
vete para no volver,
pero de mi cabeza.

sábado, 11 de julio de 2015

;Quédate, por favor.







Tengo más besos que darte,
tengo guardados miles de abrazos que no te pude dar,
tengo promesas y sueños por cumplir,
tengo caricias y películas por ver,
dime que quieres todo eso,
dime que me quieres, 
quédate por favor.

**



















Estoy jugando encima de una cuerda floja

y no tengo miedo.
Hace algo de tiempo probé a tener
las mangas de mi camisa llenas de sangre
y sin miedo alguno
seguía probando porque la vida es probar
sin miedo,
seguir probando,
jugar con la muerte
y, no tener miedo alguno.

¿Mi culpa?
No lo creo, no creo que todo esto sea mi culpa,
ya muy culpable me he sentido durante la vida
como para echarme más culpas encima.
Y vida mía, no tengas miedo de nada que por
miedo al miedo puedes llegar a fallarte
a ti misma.

¿Mi juego? ¿Peligroso?
Por qué no le dices a la sociedad
que se deje de belleza inalcanzable
que se deje de criticar
y que asiente la cabeza
por favor.

sábado, 13 de junio de 2015

ven; vuelve.

Poniendo la música alta para no escuchar el sonido de mis problemas
y así te pienso más.
Decidme como se olvida a una persona
que ya te da por inexistente.
Que no te quiere.
Y parece que nunca lo hizo.


Parece que fue ayer cuando estaba contemplando
tu sonrisa
a milímetros.
Puedo decir que era una taquicardia bonita.
Un ataque al corazón.


Parece que han pasado horas desde
la primera vez
que te vi
no eres el mismo.


Cómo le explico a mi corazón
que te has ido
que ya no vuelves
que los chicos como tú
no cometen los mismos fallos
como yo.


Cómo le explico a mi yo
que ya
nada
volverá
a ser
tan
bonito
como antes.


Cómo me explico a mi misma
que ya no derribarás más murallas
que te cansaste
que tiraste la toalla.

viernes, 12 de junio de 2015

una vez

una vez que has estado en la oscuridad infinita
y has salido
y has vuelto a reír
ya no tienes miedo de volver a estar
en dicha oscuridad

una vez que has estado en la cima de la montaña rusa
y has caído mil por hora,
a toda velocidad,
no vuelves a tener miedo de subir y caer
porque, bueno, en eso se basa tu vida

una vez que has estado sola y sabes lo que es la soledad
no tienes miedo de sentirte así otra vez
porque te has dado cuenta de que no es tan malo como parece
que no todo es tan malo como lo pintan

una vez que han destrozado tu corazón,
que lo han pegado con pegamento barato
y los trozos se han caído
no vuelves a tener esa sensación de miedo
de que te rompan el corazón y lo hagan añicos

una vez que pasas por algo
te recuperas de aquello
y sientes esa jodida sensación de volver,
de volver al pasado en tan solo segundos
una vez que pasa eso,
no vuelves a tener ese miedo porque ya lo has vivido,
ya has estado destrozada antes,
ya sabes como se vive; en la oscuridad,
en la caída de la montaña rusa, en la soledad
o con tu corazón hecho trizas.

lunes, 25 de mayo de 2015

Solía.

Tenía una felicidad máxima. Podía confiar en amigas, y lo hacía, me sentía bien contándoles a aquellas pocas personas mis cosas y no me privaba de nada. Solía sonreír y reír cómo si no hubiese un mañana y era feliz. Con lo poco que tenía era feliz. Salía de casa y me lo pasaba bien con dos o incluso tres personas porque, he de decir, que no importa la cantidad cuando se trata de calidad y joder ellas tienen esa calidad. Solía estar alegre, contar chistes y reírme de mis propios fallos. Cómo que también solía no pensar en nada malo, dejar lo negativo a un lado y ser feliz, porque eso era todo lo que quería en ese momento. Ser feliz. Y de la nada, de la noche a la mañana todo se ha ido. Todo a caído en picado, soy un desastre de persona. Siento que puedo confiar en las que lo solía hacer pero no creo que deba hacerlo, porque ¿y si me fallan? ¿y si se ríen de los problemas ajenos? Me sentiría más mierda aún. No siento esa felicidad remota, ni esas ganas de vivir, reír, sonreír todo el rato. Me siento desganada, cansada de fingir, de pretender que estoy bien cuando, joder, no lo estoy. A penas salgo de casa y si lo hago, buah que suerte tengo que tener ese día macho. Suelo verle todo lo negativo a las cosas, que si vosotros veis el vaso medio lleno, yo, pues yo lo veo medio vacío que queréis que os diga. ¿Chistes? No les veo la gracia a ninguno y ¿reírme de mis propios fallos? claro, normal, si los cometo cada dos por tres como para no reírme, pero reírme de lo gilipollas que puedo llegar a ser porque no hay persona más tonta que no aprenda ni a la primera, ni a la segunda y ni si quiera a la tercera, que se caiga y diga ''bah, total si me voy a seguir cayendo ¿para qué levantarme?''
Todo a cambiado, ¿veis la diferencia? y, bueno otra pregunta ¿podéis llegar a entender mi mente? digo, pues un día eres la persona más feliz del mundo, y al otro día lloras sin parar y no tienes ganas ni de vivir. Sinceramente no llego a entender como se puede cambiar tanto, de la noche a la mañana como dije y ni lo entiendo, ni me entiendo. Soy un desastre, Desastre hecho persona.

viernes, 15 de mayo de 2015

Hablan,

Hablan de sufrimiento cuando no saben que es estar en la piel del otro,
hablan de sonrisas fingidas cuando no saben que es llevar una máscara todo el rato,
hablan de que son infelices, que están hundidos,
que no hay Dios que los salve de esta y que ojalá estuviesen muertos,
hablan de eso como si fuese una cosa normal pero si os digo que no tienen idea ¿qué?

Hablan de la felicidad como si sólo fuese un estado de ánimo,
como si fuese fácil de alcanzarlo y difícil de volver a venirse abajo.
Hablan de lo bien que se sienten y no saben que lo único que hacen,
porque no saben hacer nada más,
es dar envidia de lo que tienen sin darse cuenta de que los que no tienen nada
a veces son los que más tienen.

Hablan de corazones rotos,
hechos trizas y desgarrados.
Hablan de lágrimas, y ''ay cuánto te echo de menos.''
de la parte mala que tiene estar solo
cuando no saben que estar solo,
a veces, es lo mejor.


jueves, 7 de mayo de 2015

bienvenido; desastre.

Bienvenidos a este desastre,
mi desastre
llámalo vida o llámalo como quieras,
yo te lo presento como eso.

Si miras a la derecha podrás ver un corazón hecho trizas,
unas lágrimas,
unos cigarros a medio terminar,
unas sonrisas fingidas,
ganas de vivir,
borracheras a punto del coma
y
mucho
odio
a

misma.

Si miras a la izquierdas no hay nada
vacío
como yo.
Música triste que suena y vuelve a sonar,
cómo aquellas lágrimas del lado derecho
que caen y no tienen fin.

Si encuentras mucho polvo
por favor no te espantes,
tal vez este corazón esté sin utilizar
y este cuerpo esté intacto
pero si vienes a quedarte,
por favor no te vayas a marchar
necesito a alguien que me anime
y que haga que los días cuenten
en vez
de
yo
contar los días.

martes, 5 de mayo de 2015

miedo.

Miedo.
Lo que sentí.
Lo que siento.
Lo que nunca se va a ir de mí.
Por gilipollas, parece que lo hago a pulso.
De eso que nadie se preocupa por ti, nadie te quiere, te sientes sola, que no le importas a nadie, que estás sola y sola acabarás y de repente llega alguien que te hace que todo eso cambie. Te sientes importante, que le importas a alguien y que ese alguien no quiere dejarte. Te quiero, y con esa persona te sientes acompañada. Se preocupa por ti y tienes miedo. ¿De qué? No lo sabes pero te echas para atrás aunque ya has comenzado a sentir algo por esa persona que no querías sentir ¿qué haces? tener más miedo y alejarte más si es que aún se puede y sientes que no se va a ir, no quieres que se vaya pero tu miedo dice que se puede ir ya. Llega un momento en el que la otra persona se cansa, tanto que se va. Te deja rota, sin nada, más vacía que antes, más rota si se puede y el miedo se hace más grande, y lo odias, y quieres parar de tener miedo para parar de perder a gente que, tal vez, si puedan llegar a preocuparse por ti.

Estoy bien, simplemente cansada.

No tengo ganas de nada. Hoy me he levantado con el pie izquierdo. Sí, vale, puede que más de una vez a la semana me levante como hoy, que no tenga ganas de nada, pero sólo quiero perderme, que me pierdan de vista, no saber de nadie y que nadie sepa de mí. ¿Entendéis?
Es una sensación extraña que abarca en mi interior desde hace ya algunos meses, tal vez sean por la de putadas que me hacen, el hecho de que haya perdido la esencia de la vida digo, o tal vez sea porque ya estoy cansada. Cansada de estar para todos, de ser el hombro en el que lloren muchos y cuando yo quiera hacerlo nadie esté ahí. Cansada de ponerme en la piel, en los zapatos, meterme en la vida de la otra persona y que nadie se ponga un segundo en mi lugar e intente entenderme. No quiero luchar y si quiero ya me he cansado. Quiero que todo me vaya bien por una vez, sonreír y que sea de verdad, que la suerte y yo vayamos cogidas de la mano.

miércoles, 29 de abril de 2015

Mi vida, complicada, jodida pero mi vida.

Yo era la típica chica gorda pero segura de sí misma, confiaba en ella y se quería. Era la típica chica con seis, siete años que quería a su vida más que a nada, quería crecer y hacer cosas de adultos, quería disfrutar de la vida y sonreír, vivir, gritar, llorar de la risa y jamás estar mal. Todo era bonito pero nunca nadie se podría imaginar que aquella chica tan positiva y tan encantadora lloraba por las noches, detestaba su vida, no quería vivir y rezaba todas las noches para que se muriese lo antes posible. Recuerdo las palabras que decía: ''por favor abuelo, llévame allí arriba contigo, no quiero estar aquí abajo, déjame ir contigo.''
No era feliz, solo lo aparentaba y ¿sabéis lo que más me sorprendo de mi misma? Esa manera tan peculiar de fingir que todo iba bien cuando, en cambio, no iba nada bien. Todo era un caos, un desastre y tenía más problemas que cualquier otro adolescente. Tenía seis años, siete o como mucho ocho y ya quería morir.
Empezó todo con un gorda, me empezaron a marginar porque no era como todas aquellas personas, delgadas, altas, guapas... Me detestaban y lo peor era que yo también lo hacía, me detestaba a mi misma, no me soportaba y acabé creyendo todo aquellos insultos. Los insultos aumentaron con el paso del tiempo y ya no eran tres personas, ahora eran mis propias amigas que se reían de mi situación física. Me dejaban de lado, me abandonaban y se reían de mí. Todo lo que hacía era motivo de risa para los demás. Me encerré en mi misma, de tal manera que mis problemas solo eran míos, nadie más sabia nada. Solo yo y mi mente. Seguía aumentando el tiempo pero los insultos no acababan y yo estaba desesperada, ¿cuánto más tendré que encerrarme en mi cuarto para llorar? ¿cuántas veces más le tendré que pedir a mi abuelo que me lleve con él a donde quiera que esté?
Por un tiempo en mi vida se me cruzó por la mente que el problema era yo, era todo mi culpa por no ser como los demás, por no ser delgada y guapa, por no destacar en nada, por un momento pensé que toda la culpa era mía, todo lo que me pasaba y todo por lo que sufría era mi única culpa. Y dejé de comer, no podía tragar, no quería comer y no quería engordar más. ¿Quién pensaría que una chica de ocho años podía ir al psicólogo porque dejó de comer? Con suerte me recuperé con el tiempo pero los insultos seguían a pesar de haber adelgazado tantísimo. Volví a engordar. Volvieron con más carga los insultos y yo no sabía donde meterme.
Perdí la confianza en mi misma, no me quería en absoluto, quería morir, sentía vergüenza de salir a la calle y me daba cosa salir a la calle con cualquier persona, pero no por ellos sino por mí. Porque los vieran con alguien como yo. Me odiaba y no podía verme en el espejo. ¿Mis amigas? Eran unas falsas todas pues a la espalda me ponían a parir y a la cara me decían lo bonita que era y lo mucho que me querían. Todo continuaba igual hasta que con catorce años destapé toda esa rabia que tenía conmigo. Hice cosas para aliviar el dolor interno, para sentirme un poco más. Dejé la comida a un lado, no quería probar bocado pero aún así lo hacía pero no como antes ¿entendéis? Me consumía a ejercicio, a base de agua me alimentaba a veces y algunas comidas me las saltaba. Cortaba mis piernas y mis brazos, no quería existir, vomitaba, le pegaba a la pared y lloraba. Adelgacé veinte kilos en un año, wow ¿no? Y sigo consumida, sigo mal, no estoy bien del todo, a veces me paro a pensar y me entran ganas de tirar la toalla, los insultos no acaban y son años de sufrimiento sin yo hacer nada, no hice nada ¿por qué yo tengo que pagar la rabia de los demás? Sigo culpándome a mí misma de todo lo que he hecho y me han hecho, sigo viéndome culpable de todo aquello, parece que nunca estaré contenta y ellos nunca estarán contentos conmigo.
Todos andan orgullosos de mí, dicen ¿cómo has sido capaz? ¡estás mucho más guapa! pero no saben que yo ahora no los quiero, no quiero sus buenos comentarios, sus sonrisas, sus buenas caras hacia mí, ahora no los quiero.

en fin

Pensé que todo iba a ser diferente, contigo pues tu no parecías igual que los otros.
Estaba ilusionada, me sentía querida y me encantaba tener esa sensación por tu culpa.
Estaba feliz y no sabes cuánto echaba de menos ese estado de ánimo.
Tuve miedo de sentir más por ti que tu por mi, tuve miedo a sentir y perderte y bueno,
al final, acabó ocurriendo eso, te perdí...
Tuve miedo de acabar enamorada y, bueno en verdad no lo estoy solo te echo de menos.
¿Odio? Claro que no puedo odiar a alguien que ha significado tanto para mi.
Solo me siento un poco engañada, desilusionada y ahora rota. ¿Rota? claro pues tú,
tu conseguiste reconstruirme un poco haciendome sonreír de esa manera y ahora,
ahora no hay nada que me llene, estoy vacía, sin nada, tocando fondo y sin saber
levantarme.
¿Te cuento un secreto? Te echo de menos, o tal vez, echo de menos la persona que yo solía
ser contigo a mi lado.

jueves, 16 de abril de 2015

Me canso

Me canso. Me canso de mis lágrimas a media noche y de mis insomnios. De mis ojos y de mi cara. De mis manos y de mis piernas. De mi cuerpo. Me canso de intentar y no llegar a nada. De mis inseguridades y de mis miedos. De no saber como afrontar algo. De sonreír todo el tiempo y que nadie se de cuenta de la oscuridad que en mi interior hay. Me canso de la hipocresía que algunos llevan por delante. De la falsedad de muchos y de los ''te quiero'' que se dicen por decir. Me canso de los besos que se dan por dar y de los abrazos que no arreglan nada. De los ''ya vendrán tiempos mejores'' y no vienen. De mis ganas de luchar pero a la vez no. De esta agonía. De ser una chica tan apocada. Me canso de seguir adelante y que nadie haga el camino conmigo. Me canso también del egoísmo que algunos tienen que es mayor que cualquier otra cosa. De esa gente que no le importa nada, ni nadie. De los que hacen guerras y no el amor. De los que si te hacen daño ni se enteran. De la gente feliz pero porque no les queda otra. Me canso pero lucho y escucha ¿a caso no hay cosa más bonita que pasar de todos los mierdas y ser feliz tu sola?

martes, 7 de abril de 2015

cigarros llenos de dolor



-Deja de fumar.- dijo con dulzura en su voz.
-Dame un motivo para dejarlo.
-Te mata cada día un poco.
-Te dije motivos para dejarlo, no para que siguiera con ellos.

era


Era luchar o tirar la toalla,
ser valiente o no,
seguir o caer,
tocar las estrellas o el suelo.
Era querer ser la chica más feliz al lado del chico más idiota.
Era disfrutar de cada día como si no hubiese un mañana y reír, y llorar de la risa, y que te duela hasta las costillas, pero contigo.
Era querer pero sin que me dañes, era poder estar contigo horas y horas sin que me dejases pero lo hiciste.
Tiraste la toalla y no la recogiste,
no fuiste valiente y caíste, caíste y me dejaste en las nubes sin contar
que mi caída iba a ser mortal, terrible antes los oídos de los demás.
Me dejaste sola en la oscuridad cuando me prometiste que íbamos a salir de esta, juntos.
De pasar horas riendo a pasarlas llorando, tu ausencia,
esa que odio y esa que sin embargo está.
De serlo todo a nada, de la noche a la mañana.
De tener tus besos como salvavidas a no tener ni un puto flotador que me mantenga a flote.



martes, 24 de marzo de 2015

el amor me da asco

Es como que me he acostumbrado a sentirme querida, protegida y a salvo entre tus brazos. Me he acostumbrado a tus caricias y a tus te quieros. Me he acostumbrado a tu olor y a tus besos, al margo sabor de las despedidas. También me he acostumbrado, como no, a hablar diariamente contigo, tus buenos días y tus buenas noches, a tus preocupaciones, a tus tonterías y hasta cuando eras directo. Me he acostumbrado al miedoso sentimiento de estar en una nube, a echarte de menos y a alegrarme cada vez que te veía, a como sonaba tu risa en mi oído y a las dichosas mariposas en el estómago cada vez que te besaba.

Dime como cojones le digo a mi cabeza que no te piense, como le digo a mi corazón que no te sienta, a las mariposas que no vuelvan a revolotear, a mi sonrisa que no salga más cuando oiga tu nombre, dime como cojones
me
olvido
de
ti.

lunes, 23 de marzo de 2015

nadie, nada.

Y me pregunto cuántas personas más me habrán mentido,
me habrán dicho te quieros más falsos que esas monedas inexistentes de 3 euros,
me habrán comido la cabeza diciéndome cosas cuando en verdad no sentían nada.
Me pregunto, también, si tú fuiste uno de esas personas que me decían te quiero
y que, en verdad, ni lo sentía ni nada simplemente lo hacía por, ¿por qué?
sinceramente no le veo nada bueno a ir pregonando por ahí que quieres a alguien
y, bueno, no es verdad.

Me pregunto a cuántas personas les ha interesado algo, lo más mínimo, acerca de mi vida,
les habré preocupado con mis ralladas o simplemente se habrán frustrado por no saber
que hacer conmigo o que hacer para verme mejor porque según decían me quieren
y/o les importo.

Me sigo preguntando porqué tiene que haber tanta gente falsa,
tanta gente que te sonríe a la cara pero que te apuñala a la espalda,
que te miente, que te odia, que saca lo peor de ti,
¿consiguen algo?


viernes, 20 de marzo de 2015

:

Y es difícil de expresar lo que siento porque como ya dije soy un desastre;
un desastre con las palabras, tanto escritas como dichas, un desastre con mis sentimiento,
un desastre como persona ya que la cabeza no la tengo donde debería de estar.
Y es difícil, es difícil de comprenderme porque ni si quiera yo lo hago y me rallo, me amargo
y me fustro porque me encantaría poder saber lo que realmente siento. Lo que quiero.
Pero ¿a quién vamos a engañar? nunca he sabido lo que realmente quería; ¿te cuento una cosa?
De pequeña siempre me daban a elegir entre dos o más cosas, y yo nunca sabía que elegir.
Es como decirle a un padre que elija entre sus tres hijos cual es su favorito, o a un abuelo que elija
cual es su nieto preferido. ¿Me entiendes?

Me encanta, amo y adoro la manera que me haces sonreír, cuando me dices ''tonta'' o ''fea''
y cuando te puedo sacar de quicio con mis tonterías y cuando lo ''arreglas'' todo diciéndome
cualquier chorrada.
A-m-o la la manera que tienes de preocuparte por mi y cuando me dices que si me lo callo todo
será peor, que tengo que soltar todo, desahogarme.

jueves, 26 de febrero de 2015

::

Cerraba los ojos con fuerza. Haciendo todo lo posible porque estas lágrimas no cayeran de nuevo por mis mejillas. Tumbada en mi cama, escuchando música y rota. Tan rota que cortaba y tan fría, que quemaba. ¿Que he vuelto a hacer mal?

Cada día me despierto con menos ganas de estar aquí, existiendo. Y siempre que pongo un pie en el frío suelo de mi habitación, siempre, pienso que en qué la voy a cagar hoy, que voy a hacer mal y porqué o quién lloraré hoy. Quién estará ahí secando mis lágrimas pero ¿a quién engaño? Nadie está aquí nunca. Cada día me pongo delante del espejo, aunque odie con todas mis fuerzas mirarme en él, y me pongo a practicar que sonrisa fingida haré hoy y he de decir que ya no me quedan muchas, ya no son tan creíbles como lo eran antes.



miércoles, 25 de febrero de 2015

,

-¿Y tú? ¿Qué hace una niña tan buena muriéndose de esa forma?- preguntó señalando aquel cigarro que tenía entre mis delicados dedos.-¿A caso no ves que eso es una forma de morir muy ridícula? 

-Yo suelo llamar ridícula a mi vida.- dije dando otra calada más grande.

-¿Por qué te matas así?

-No quiero vivir, simplemente pido a gritos morir pero no soy oída por nadie. Parece que el cigarro es la única forma de acabar con todo esto.

-¿Acabar? ¿Por qué no seguir?

¿Y por qué seguir? Pregunté entonces, pero no hubo una respuesta, no hubo nada. Todo se dijo con el silencio y las miradas. Entonces cogió el cigarro de entre mis delicados dedos y dijo 'si vamos a morir, que sea juntas' 

La vida es demasiado dura y yo ya he aguantado demasiado. Demasiadas caídas y demasiadas pocas manos que me ayudasen a levantarme. Demasiados arañazos y demasiadas pocas personas que estuviesen ahí. Solo pedía que me salvasen, que juntasen todos estos trocitos rotos que tengo, que me pegasen con el pegamento más barato o con el más caro pero que no me dejasen que me hiciese añicos. Pedía a gritos ser rescatada de esta mierda, que me ayudasen y que creyesen en mi pero sin embargo nadie lo hizo. Me dejaron de lado como al vagabundo que encuentras por en medio de la calle pidiendo limosna. Me abandonaron por lo que hasta yo acabé haciéndolo también.
Tuve un vicio, una ganas de morir se les puede llamar también, encontré a un amigo que no me abandonaba, que estaba siempre ahí cuando me sentía nerviosa o necesitada y que, por suerte o por desgracia, quitaba un día de mi desastrosa vida. Y entonces lo coloqué sobre mis labios, acerqué aquella llama y le concedí el poder de matarme.

25-02-2015

Aquí estoy de nuevo. Hace ya algo de tiempo que no me paso por aquí a escribir sobre mis penas, tal vez sea porque hace mucho tiempo que no me sentía como me siento ahora. Rota. Inútil. Inservible.

No sé que es lo que hago mal, cada día, cada semana y cada mes, todo es consecutivo y ya todo esto cansa. Cansa demasiado porque tengo la necesidad de sonreír pero no fingidamente. Tengo la necesidad de ser feliz, pero no por un rato y hasta luego. 

Quiero, exijo, pido a gritos que toda esta mierda se vaya de mi algún día. Que pueda ser feliz, por mi, que pueda sonreír y aprender a reírme de mí misma. De que cometa fallos y me ría de ellos, y aprenda, y los vuelva a cometer y me vuelva a reír porque eso es vida. Quiero ser una adolescente capaz de reírse de sí misma y no de llorar cada vez que se ve en el espejo. 

¿Por qué todas ellas sí pueden hacer como si nada y yo, en cambio, vaya llorando por todo? ¿Por qué ellas si pueden ser felices y yo no? ¿Por qué todo esto me tiene que pasar a mí? ¿Es que a caso he hecho mal y me lo estén devolviendo? 

viernes, 30 de enero de 2015

Tsunami.

Un tsunami, un maldito tsunami que arrasará con todo y se quedará sin nada a la vez, tan sola y pérdida como aquella ola gigantesca que una vez apareció de la nada, abandonada y lo arrasó todo, mató a todo el mundo y ahora está tranquila y es que pronto yo seré aquel tsunami que lo arrase todo, que se quede sin nada y no me va a importar nada porque estoy aguantando tanto que ni yo me lo creo. Tantas tonterías, tantos insultos y tanto odio. 


Suelo decir que no soy fuerte pero lo pienso y me contradigo, si no fuese fuerte ya habría explotado ¿no? Si no fuese fuerte yo ya habría sido el tsunami que lo arrasa todo o tal vez se llame paciencia, lo que tengo o miedo, miedo a quedarme sola y no tener a nadie a mi lado, aunque ya sienta que estoy así.