jueves, 26 de febrero de 2015

::

Cerraba los ojos con fuerza. Haciendo todo lo posible porque estas lágrimas no cayeran de nuevo por mis mejillas. Tumbada en mi cama, escuchando música y rota. Tan rota que cortaba y tan fría, que quemaba. ¿Que he vuelto a hacer mal?

Cada día me despierto con menos ganas de estar aquí, existiendo. Y siempre que pongo un pie en el frío suelo de mi habitación, siempre, pienso que en qué la voy a cagar hoy, que voy a hacer mal y porqué o quién lloraré hoy. Quién estará ahí secando mis lágrimas pero ¿a quién engaño? Nadie está aquí nunca. Cada día me pongo delante del espejo, aunque odie con todas mis fuerzas mirarme en él, y me pongo a practicar que sonrisa fingida haré hoy y he de decir que ya no me quedan muchas, ya no son tan creíbles como lo eran antes.



No hay comentarios:

Publicar un comentario