Es una sensación extraña que abarca en mi interior desde hace ya algunos meses, tal vez sean por la de putadas que me hacen, el hecho de que haya perdido la esencia de la vida digo, o tal vez sea porque ya estoy cansada. Cansada de estar para todos, de ser el hombro en el que lloren muchos y cuando yo quiera hacerlo nadie esté ahí. Cansada de ponerme en la piel, en los zapatos, meterme en la vida de la otra persona y que nadie se ponga un segundo en mi lugar e intente entenderme. No quiero luchar y si quiero ya me he cansado. Quiero que todo me vaya bien por una vez, sonreír y que sea de verdad, que la suerte y yo vayamos cogidas de la mano.
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