Yo lo hago a menudo. Pienso. Pienso. Y luego existo. Me tumbo en mi cama, con música en mis oídos, cierro los ojos o los dejo abiertos, depende de como esté ese día y imagino un mundo de fantasía, un mundo en el que solo estamos, él, yo, y las personas que más me importan. Imagino que un día, así de la nada el chico que más me gusta viene hacia mi y después de decirme un 'hola idiota, hoy estás muy guapa' me planta un beso en la boca. Imagino que en la tarde del domingo me siento con aquella chica. Mi mejor amiga, si es que algun día llego a tener, y le empiezo a contar todas las cosas que tengo metidas dentro de mí y que no me deja pensar con claridad, que me ayude y yo ayudarla a ella. Imagino que cuando este con todos mis 'amigos' alguien que de verdad me conociese y viese que mi sonrisa es falsa venga a mi y me de un abrazo inesperado. Imagino que en vez de ser como soy, físicamente, soy la tía más buena de todo el insti, con muchos kilos menos y con más tetas. Con mi personalidad cambiada y con la mente mucho más positiva. Imagino como sería conocer a gente nueva, que te aceptase tal y como eres tu, con tus defectos y con tus pequeñas virtudes. Que te quiera. Que te de abrazos. Y que puedas llorar delante de ella sin que te pregunte ¿por qué esas lágrimas? puesto que ya lo sabe porque te conoce como la palma de su mano. Imagino como sería convivir con otra familia, aunque eso es difícil, pase lo pase mi familia es mi familia.
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