domingo, 6 de abril de 2014

HOPE.

Me siento en el banco de aquel parque en el que disfrutaba tanto cuando era una niña. Me vienen todos los recuerdos de aquel momento en el que una tierra era muy divertido, y jugar a ser mayores lo era aun más.
Llego a mi casa y me encierro en mi habitación, como de costumbre, no quiero hablar con nadie. Me siento vacía, sin cariño y sin ganas de dar cariño. Realmente pienso que mi perra es la única que me mira con cara de deseo y la única que me quiere en este mundo. Jodido mundo.

Mis cascos y mi música son mis mejores amigos ahora mismo. No tengo ganas de nada. Solo de quedarme ahí, contemplando fotos antiguas y escuchando canciones tristes. Pero, ¿por qué escucho yo esto? me pongo aún peor. Sin darme cuenta, se me cae una lágrima que va cayendo lentamente sobre mi parte derecha de la cara, llegando hasta mi barbilla que ahí cae hasta mi pecho. Una foto. Tan solo una foto. De aquel momento. De aquel instante con mis queridas amigas. ¿Podré llegar yo a ser algún día tan delgadas como ellas? ¿Tener tantas tetas?.
¿Celos? No, para nada. Simplemente envidia. Sí. 

-¡LAAA CENAAAA!- grita mi madre.
-¡NO TENGO HAMBRE!- la imito.

Lo único que quiero es que pase ya este día. 

Las 23.30h de la noche. ¿Qué hago con mi vida? Llevo todo el día tumbada en la cama, escuchando música. Solo he parado para hacer deberes y no sé ni porque me paro si hasta mi profesora de matemáticas me tiene asco. 

¿Cambiará mi vida en algún momento? ¿Seré feliz por un día completo, alguna vez?

No hay comentarios:

Publicar un comentario